“Para Darwin será justamente la fusión de todos estos instintos sociales altruistas con la inteligencia racional, lo que finalmente va a contribuir al surgimiento de comportamientos civilizadores como lo serán la educación moral, la atención a los enfermos, la reparación de los discapacitados, la institucionalización del socorro y de la ayuda, las intervenciones sociales a favor de los más desprotegidos, etc., etc. Será entonces gracias a estos instintos sociales altruistas y solidarios que la selección natural termina seleccionando a la civilización capaz de construir modelos de protección a los más frágiles. Es de esta forma que según Darwin el ser humano detiene la antigua ley selectiva –la del triunfo de los más aptos y la eliminación de los más débiles–, para establecer en su lugar un sistema de conductas anti-selectivas y solidarias de entreayuda y protección que constituyen el corazón mismo de la civilización. Allí es en donde reside el salto que para Darwin hace que de animales pasemos a ser seres humanos capaces de civilizarnos, salto este último que se lo ha denominado con la célebre expresión: el salto de Darwin.”
SERGIO BLANCO